Sabemos que no vamos a descubrir nada nuevo, pero no está de más recordar algunas pautas que podemos seguir para llegar a fin de mes sin números rojos.

Lo primero que debemos hacer es chequear nuestra salud financiera, es decir, hacer números, ver lo que ganamos, lo que debemos de hipoteca, gastos fijos, etc. para comprobar si tenemos una seguridad financiera que nos permita controlar los gastos e incluso ahorrar o si por el contrario, estamos gastando más de lo que ingresamos, lo cual nos puede llevar a la ruina.

Si no gastamos de más, podremos plantearnos objetivos: controlar o reducir algunos gastos para llegar a fin de mes, ahorrar más, reducir o eliminar deudas, etc.

Es muy importante también realizar un presupuesto personal: identificar ingresos y gastos; evaluar los gastos y hacer ajustes; plantearnos una partida de ahorro como un gasto fijo, etc. Los expertos recomiendan ahorrar un 10% de nuestros ingresos y si lo hacemos a principios de mes, ya nos acostumbraremos a no contar con esa cantidad.

Una vez comencemos a aplicar el presupuesto, tendremos que ir revisándolo y haciendo ajustes.

Otra cuestión a tener en cuenta es lo que podemos denominar el fondo de emergencia, una cantidad de dinero que tendremos que tener siempre para imprevistos que puedan surgir (un electrodoméstico que se estropea, una avería del coche, una enfermedad…) y que podrían dar al traste con nuestro presupuesto mensual.

Y por supuesto debemos gestionar nuestro nivel de endeudamiento con inteligencia, porque hacerlo en exceso hace estragos en cualquier presupuesto, pues puede aumentar nuestros gastos fijos hasta niveles insostenibles.