Existe cierta creencia que apunta que un seguro con carencia es una póliza incompleta. La carencia es un periodo de tiempo que afecta a algunas coberturas concretas y que comprende desde el día en el que entra en vigor el contrato, hasta el día en el que el asegurado puede comenzar a disfrutar de dichas garantías.

En definitiva, la carencia es ese tiempo que necesitamos todas las aseguradoras para determinar que el contrario de una póliza no tiene la finalidad de cubrir una necesidad previa que, resuelta, causa baja en la compañía inmediatamente después.

Existen algunas coberturas de las que no se puede disfrutar “ipso facto’ desde que se firma el contrato del seguro. Por ejemplo, no sería lógico contratar hoy un seguro de salud y mañana solicitar un transplante.

En términos generales, el periodo de carencia no existe en todos los seguros ni en todas las coberturas. Los seguros de coche, por ejemplo, no suelen tenerlas. En cualquier caso, a la hora de realizar un contrato de seguro es importante ser previsor y siempre, confiar en tu aseguradora de confianza.