Cada año, unos 325.000 estudiantes universitarios tienen que alquilar una vivienda para poder cursar sus estudios fuera de su localidad. Este hecho ha provocado, en los últimos años, un incremento enorme, de hasta el 100%, de los seguros de alquiler destinados a estudiantes. Sobre todo durante los meses de septiembre y octubre, coincidiendo con el comienzo del curso.

¿Y a qué se debe este incremento? Fundamentalmente a la seguridad que estos seguros ofrecen a los propietarios de estas viviendas, que se sienten así protegidos ante cualquier imprevisto.

Y no solo eso, esta fórmula está facilitando el acceso de los estudiantes, (que normalmente están respaldados económicamente por sus padres), a la vivienda que desean evitándoles el gasto de los avales bancarios.