Contratar un seguro es una decisión clave para proteger nuestros bienes y nuestro futuro. Sin embargo, muchas veces, por desconocimiento o prisas, se cometen errores que pueden salir caros. Para que tomes una decisión informada y evites problemas futuros, en este artículo te compartimos 10 recomendaciones para contratar un seguro y evitar errores comunes.
1. Lee siempre las condiciones generales de la póliza
Uno de los errores más habituales a la hora de contratar un seguro es no leer con detalle las condiciones del seguro. Muchas personas se centran en el precio o en la cobertura básica y olvidan las exclusiones, los límites o las condiciones específicas. Es importante dedicarle tiempo para leer antes de firmar y, si tienes dudas, consultar.
Imagina que contratas un seguro de hogar pensando que tienes cubiertas las filtraciones de agua. Sin embargo, el origen del daño se debe a falta de mantenimiento (por ejemplo, una gotera no reparada en meses), y eso figura como una exclusión en la póliza, la seguradora no lo cubrirá.
2. Evita fijarte solo en el precio: compara coberturas
El ahorro en el seguro es tentador, pero elegir la opción más barata sin evaluar la cobertura puede salir caro a largo plazo. Lo recomendable es comparar distintas pólizas y asegurarse de que la cobertura se adapta a tus necesidades. Un seguro más económico puede significar menos protección.
Supón que compras un coche nuevo, y para ahorrar contratas un seguro a terceros. Ese seguro solo cubrirá los daños que causes a otros, pero no los de tu propio vehículo.
3. Declara correctamente los bienes asegurados y calcula bien el valor
Habitualmente se subestima el valor de nuestros bienes o, en algunos casos, no se declara correctamente los objetos asegurados, lo que genera problemas en caso de siniestro. Es necesario hacer un inventario realista de los bienes y declarar el valor correctamente, es decir, hacer un buen calculo de capitales, para evitar problemas con la indemnización.
Piensa que si en tu seguro de hogar indicas que el contenido de tu casa (muebles, electrodomésticos, objetos personales) vale 10.000€, pero en realidad ronda los 20.000€, en caso de siniestro, la seguradora puede aplicar lo que se llama “regla proporcional”. Esto significa que solo te pagará la mitad de cualquier daño, ya que solo aseguraste la mitad del valor.
4. Conoce bien las exclusiones
Las pólizas suelen incluir ciertas exclusiones que limitan la cobertura. Por ejemplo, algunos seguros de hogar no cubren daños por fenómenos atmosféricos. Antes de contratar hay que conocer las exclusiones y asegurarse de que la póliza cubra lo que se necesita.
Un ejemplo: el seguro de hogar normalmente incluye la cobertura de «Daños por agua» y cubre la liberación de un tubo de tu casa, pero tiene un límite. Este límite puede ser por uso y/o importe. Por ejemplo, en nuestro caso está limitado a un uso al año y con un límite de 300 euros por siniestro. Cada aseguradora establece estos límites en las condiciones generales del seguro.
Ese sería el límite de cobertura. En cualquier caso, quedarían fuera de cobertura los daños causados por el agua por el mal mantenimiento de las instalaciones de su domicilio.
5. Revisa el importe de la franquicia del seguro de auto
La franquicia es la cantidad de dinero que se debe pagar antes de que el seguro de tu coche se haga cargo del siniestro. Muchas veces se desconoce cuánto es este importe a asumir en caso de incidente. Informarse bien sobre el importe exacto de la franquicia y elegir una opción que equilibre el precio y cobertura según la capacidad económica ayuda a evitar sustos.
Imagina que tienes un seguro de auto con una franquicia de 300€ y tienes un parte por golpe cuyo arreglo cuesta 500€, la seguradora solo cubrirá 200€. Tú pagas los primeros 300€.
6. Contrata coberturas adicionales cuando sean necesarias
Algunas coberturas básicas pueden no incluir coberturas esenciales, como asistencia en carreteras en seguros de coche o daños por agua en seguros de hogar. Es aconsejable evaluar con la aseguradora la necesidad de coberturas adicionales y ajustarla al estilo de vida o zona geográfica de cada persona.
Es aconsejable que si vives en una zona rural donde hay riesgo de colisión con animales (como ciervos o jabalíes), contratar una cobertura específica para este tipo de incidentes.
7. Asegúrate de contar con una buena red de asistencia
Cuando ocurre un imprevisto, como un accidente de tráfico o una avería en casa, lo que más se valora es la ayuda rápida, eficaz y en el lugar donde estés. Por eso, no solo basta con que tu seguro ofrezca asistencia 24/7, también es fundamental que cuente con una buena red de profesionales y centros de atención que puedan actuar de forma inmediata.
Supongamos que tu coche se avería de noche en una carretera secundaria de montaña. Llamas a tu aseguradora, pero la grúa más cercana tarda más de 3 horas porque no tienen proveedores en la zona. O peor, no pueden atenderte porque estás fuera del radio de cobertura. En cambio, una aseguradora con una red de asistencia amplia y eficiente podrá enviarte ayuda rápidamente, estés donde estés.
8. Comprueba si la póliza tiene períodos de carencia
El período de carencia es el tiempo que debes esperar desde que contratas el seguro hasta que ciertas coberturas se activa. Esto es especialmente común en seguros de salud o vida. Es aconsejable preguntar si la póliza tiene carencias y cuánto tiempo debes esperar antes de poder usarla.
Contratas un seguro de salud en mayo y en junio necesitas una cirugía ambulatoria. Pero descubres que esa cobertura tiene una carencia de 6 meses. Es decir, no podrás hacer uso de esa parte del seguro hasta noviembre.
9. Compara distintas ofertas antes de decidirte
Quedarse con la primera opción sin revisar otras opciones puede suponer pagar más o contratar una póliza con coberturas insuficientes. Resulta clave usar comparadores online, consultar con diferentes mediadores o revisar las condiciones antes de tomar una decisión.
Dos seguros pueden costar lo mismo, pero uno incluir asistencia en carretera, asesoramiento legal y cobertura en el extranjero, mientras que otro no.
10. Infórmate sobre plazos de pago y renovación
Muchas personas olvidan cuándo vence su póliza o cómo funcionan las renovaciones, lo que puede llevar a una renovación o cancelación involuntaria del seguro. Es prudente activar recordatorios y revisar las condiciones de pago y renovación. Por ejemplo, negociar los pagos fraccionados o ventajas por cuentas multiseguros.
Puede pasar que decidas cambiar de aseguradora porque encuentras una mejor oferta. Contratas un nuevo seguro, pero te olvidas cancelar el anterior, que se renueva automáticamente. Muchas veces, las compañías exigen una comunicación por escrito de no renovación con al menos un mes de antelación.
En resumen, el mejor seguro es el que mejor se adapta a ti. Contratar un seguro no es solo firmar, es proteger lo que más te importa. Evitar estos errores te dará tranquilidad y una cobertura adaptada a tu vida. En Seguros Lagun Aro, te acompañamos en cada paso, con un trato cercano y personalizado.