En el mundo de los seguros, podemos encontrarnos con tres tipos de empresas: las mutuas aseguradoras, las aseguradoras tradicionales y las nuevas aseguradoras directas.
A pesar de que, hoy en día, todas son prácticamente iguales en cuanto a los servicios que prestan y sus capacidades de respuesta, hay pequeños matices:
- Las Mutuas pertenecen a los contratantes del seguro, esto es, los clientes son también mutualistas. Tienen como objetivo maximizar los beneficios que obtienen sus mutualistas a través de los servicios que ésta presta.
- Las aseguradoras tradicionales, las de mayor antigüedad en el mercado, son sociedades pertenecientes a los accionistas. Venden sus productos a través de corredurías de seguros y redes de agentes. Ofrecen un trato muy personal, basado en la confianza de hablar en persona con un especialista en seguros.
- Las aseguradoras directas han crecido progresivamente hasta alcanzar hoy en día casi el 10% del mercado. Su principal diferencia es el medio de contacto, lo hacen telefónicamente u online, prescindiendo de los costes que suponen las oficinas a pie de calle.