Como ya os comentamos el pasado mes de enero, en Lagun Aro nos hemos sumado a la plataforma climática ® de Euresa, organización a la que pertenecemos junto con las principales aseguradoras socialmente responsables de Europa. El objetivo de esta plataforma es sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y mejorar así el clima y el medio ambiente.
Por eso este año, no solo os ofrecemos la posibilidad de conocer vuestras emisiones de CO2 a través de la calculadora climática de nuestra web, sino que vamos a hablar del cambio climático y de todo lo que podemos hacer entre todos para preservar el medio ambiente. También queremos que nos hagáis llegar vuestro conocimiento sobre el tema y nos habléis sobre el cambio climático.
Y vamos a empezar por el principio, aclarando qué es el cambio climático y cuáles son las principales fuentes de gases de efecto invernadero.
Qué es y sus principales fuentes
Lo que tenemos que tener claro es que “el efecto invernadero natural” es imprescindible para la vida en la tierra. Sin la concentración natural de estos gases, la temperatura media mundial sería de -18º C en vez de los 15º actuales.
Sin embargo, tras la revolución industrial, el calentamiento se ha acentuado hasta el punto de que nos estamos alejando de la variabilidad natural e histórica del clima. Para que te hagas una idea, actualmente el nivel de calentamiento está situado entre los 2 y los 4,5º C. Por ejemplo, un ciudadano europeo emite de media 123 toneladas de dióxido de carbono equivalente, es decir, que para contener el calentamiento en 2º C debería emitir una cantidad cuatro veces inferior.
En Europa, la mayor parte de estos gases de efecto invernadero los emiten las centrales eléctricas que consumen carbón, petróleo y gas, muy por encima de la industria o el transporte. Del sector agrícola proceden también cantidades relativamente importantes de gases de efecto invernadero, como metano y protóxido de nitrógeno dentro de la producción alimentaria o la cría de ganado; ambos con un poder calentador aún mayor que el dióxido de carbono. Otras actividades del sector agrícola como la desforestación, el cultivo de arroz, el vertido de residuos, etc. son también fuentes importantes de emisiones de gases de efecto invernadero.
Y como consecuencia de todo ello, se está incrementando el nivel de los océanos; los fenómenos meteorológicos extremos; el impacto sobre la producción agrícola, etc.
Pero no solo eso, también los transportes y los hogares emiten CO2. El próximo mes te contaremos de qué forma afecta al cambio climático, el uso del vehículo o el consumo de la calefacción en el hogar.