En nuestro día a día pueden surgir situaciones alarmantes que pongan en peligro nuestra integridad o la de los nuestros: traumatismos, quemaduras, asfixia,.. por eso es importante tener unas nociones básicas sobre qué es lo que se debe de hacer o no hacer cuando ocurren estos accidentes domésticos.

Para ayudar, lo primero es mantener la calma. Lo segundo: observar rápidamente la zona donde ha ocurrido el accidente para no dañarte tu también; de esta forma garantizas tu propia seguridad física y la de los demás. Pero lo más importante es pedir ayuda, llama al número de teléfono de emergencias 112 y ellos te asesorarán por teléfono hasta que lleguen los sanitarios.

En caso de asfixia

Desgraciadamente, es bastante común a la hora de las comidas que alguien de la mesa se atragante, normalmente suelen ser pequeños sustos que tosiendo un poco se solucionan, pero si no es así puede que la persona atragantada llegue a un estado de asfixia. En estos casos, es conveniente realizar la maniobra de Heimlich, que consiste abrazar a la persona por la espalda presionando con nuestros pulgares sobre su abdomen (bajo las costillas).

En caso de traumatismos

Cuando hay una caída, pueden ocurrir dos cosas, que la persona accidentada tenga una fractura o una hemorragia. Si se ve claramente que hay una fractura, lo mejor es no tocar nada y avisar rápidamente a los servicios de emergencia. Por otro lado, si hay una hemorragia deberemos taponar la herida con gasas para detener el sangrado y que la persona no pierda sangre.

En caso de quemaduras

Ya sea con fuego o con agua hirviendo, son muy peligrosas, lo único que debemos hacer es enfriar la zona quemada, con agua fría y nunca taparla con gasas ni con cualquier otra prenda, ya que se pueden quedar pegados los tejidos de la prenda a la piel.

En caso de paro cardiorrespiratorio

Cuando una persona cae tendida en el suelo, desmayada, debemos comprobar si está consciente, agitando suavemente su hombro y preguntándole si está bien. Si no responde, abriremos sus vías respiratorias empujando suavemente su cabeza hacia atrás para comprobar si respira, y si no es así, debemos aplicar la maniobra de Reanimación Cardio-Pulmonar, RCP, en caso de que sepamos hacerla. Si no es así, lo mejor es que pidas ayuda cuanto antes pues puedes fracturarle una costilla al intentar realizar la maniobra sin conocimiento.