Todos conocemos o tenemos un seguro para la casa, para el coche, un seguro de vida… pero hay bastantes más. En este caso, os hablamos del seguro para la comunidad, que puede evitarnos muchos gastos imprevistos en nuestra comunidad de vecinos.

La lista de coberturas de estos seguros es muy amplia, puede cubrir desde el edificio en sí hasta el mobiliario del portal si existiese (sofá, cuadros, etc.). Por eso, cada comunidad debe escoger las coberturas más apropiadas según las necesidades del edificio y de sus inquilinos.

Se trata de un producto que complementa la póliza de hogar de cada vecino. Es decir, que no se entiende una póliza de comunidad sin la de hogar, deben ir de la mano. De ahí la importancia de buscar un correcto asesoramiento para no duplicar las garantías que ya cubre nuestro seguro particular de hogar.

Se puede contratar en una modalidad básica (únicamente cubre partes comunes) o ampliada (partes comunes y privativas, como zonas como garajes y trasteros). Este tipo de seguro puede incluir garantías de Responsabilidad civil a terceros y entre copropietarios, así como Reclamación de Daños y Defensa jurídica.

Algunas compañías como la nuestra permiten acceder a una red de profesionales y gremios con la garantía de Asistencia y a gremios de urgencia como cerrajería y electricidad, asumiendo el coste de la salida del profesional.

Normalmente estos seguros ofrecen también garantías opcionales como reclamación de cuotas impagadas, análisis de eficiencia energética, pérdida de valor estético, lunas, etc.

En definitiva, el seguro de la comunidad ofrece las siguientes ventajas:

  1. Comodidad en la gestión de siniestros comunitarios. Cada vecino evita tener que llamar de forma individual a su Compañía de Hogar.
  2. Certeza de que todos los vecinos disponen de un Seguro.
  3. Póliza compatible con la Cesión de derechos hipotecaria.