Llevamos ya unas semanas de invierno, y pasada la bonita estampa navideña, llega ahora la época más dura de la estación: frío, nevadas, heladas, temporales, ventiscas… Recordemos Filomena, la famosa borrasca que hace justo tres años sorprendió a varias ciudades del país y especialmente, a Madrid. Durante una semana las carreteras se colapsaron, lo que provocó muchas escenas de caos y tensión, con personas que no podían llegar a su casa u oficina. Los coches suelen ser los grandes perjudicados en estas situaciones tan extremas, por eso conviene ir preparados, y llevar cadenas para la nieve, tus mejores aliadas en invierno. Quizá parezca un accesorio poco útil que ocupa espacio en el maletero, pero puede salvarte de muchas situaciones complicadas en caso de necesidad.

Las cadenas para la nieve sirven para garantizar la seguridad y movilidad durante la conducción en invierno. Cuando hay un gran descenso en la temperatura y se forma hielo en la carretera, son nuestras grandes aliadas, tan imprescindibles como la calefacción y el GPS. Se colocan alrededor de los neumáticos del vehículo para proporcionar tracción adicional, están compuestas por eslabones metálicos o material sintético resistente que se ajustan alrededor de las ruedas para mejorar la adherencia al terreno resbaladizo, y ayudan a reducir el deslizamiento y permiten que los vehículos avancen de manera más segura en condiciones de nevadas intensas o carreteras congeladas.

En España, no es obligatorio llevar en el vehículo cadenas de nieve durante el invierno. Sin embargo, es obligatorio llevarlas en el vehículo si se circula por carreteras donde las autoridades han señalizado su uso debido a condiciones climáticas adversas, como nevadas intensas o hielo en la calzada. Estas indicaciones suelen estar señalizadas con carteles específicos en determinadas carreteras, y si se ignoran, pueden acarrear multas. Es responsabilidad del conductor es estar atento a estas señales y tener las cadenas preparadas si las condiciones lo requieren.

Según la tracción

Al usar este sistema, la DGT recomienda no superar los 50 km/h. Conviene reducir la velocidad hasta circular en condiciones de seguridad, adaptándola a las circunstancias de la vía y condiciones climatológicas. Evita acelerones bruscos y frenazos. Su colocación depende de la motricidad del automóvil:

  • Vehículo de tracción delantera: se deben situar en las ruedas del eje delantero.
  • Vehículo de tracción trasera: en las ruedas traseras.
  • Tracción a las cuatro ruedas: en los cuatro neumáticos.

Colocación

Al tratarse de una acción no habitual, no sabes cuánto vas a tardar en colocarlas, así que en primer lugar debes detener el coche en un sitio llano y seguro, con espacio y buena visibilidad. Señaliza con los triángulos o la luz de emergencia V-16 y no olvides usar el chaleco reflectante.

Para poner las cadenas correctamente, sigue las recomendaciones del fabricante sin saltarte ningún paso. Antes de tener que usarlas, conviene practicar para comprobar que se ajustan perfectamente al tamaño de tus neumáticos (en las especificaciones de las cadenas se indica para que medidas de neumáticos son válidas). Debes usar siempre guantes para evitar los cortes en las manos y protegerte del frío. Cuando ya no sean necesarias las cadenas, debes retirarlas para no dañar los neumáticos ni el asfalto.

Tipos de cadena

Existen varios tipos de cadena de nieve, así que debes elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades.

  • Cadenas metálicas: Las más habituales, están hechas de eslabones metálicos entrelazados. Ofrecen una tracción sólida en condiciones de nieve y hielo, son económicas, pero pueden generar más ruido y vibraciones al conducir en carretera limpia.

Cadenas

  • Cadenas textiles: También llamadas “calcetines”, están fabricadas con materiales como polímeros de alta resistencia, estas cadenas son más ligeras y más fáciles de instalar que las metálicas. Son ideales para tramos cortos de carreteras nevadas y proporcionan una tracción razonable. Tienen el hándicap de que se degradan rápidamente si se transita por superficies donde no hay nieve o hielo, por ejemplo un túnel, lo que puede hacer recomendable retirarlas a la entrada del túnel y volverlas a colocar a la salida si su longitud es larga.

cadenas de nieve

  • Cadenas compuestas: Son similares a las textiles, pero en este caso la funda está formada por una red de cables plásticos con unos tacos de acero y revestidos de material textil.

cadenas nieve auto

  • Cadenas semiautomáticas: Se denominan también “Spike Spider”, y son dispositivos que tienen dos partes, una fija que va instalada en la llanta y otra que se monta y desmonta de manera muy sencilla sobre la parte fija. Son eficaces y de fácil uso, aunque de un coste elevado.

cadenas para la nieve

  • Cadenas líquidas: Pese al nombre, se trata de un spray que se aplica sobre la banda de rodadura del neumático. De esta manera aumenta su adherencia en un momento puntual. No son consideradas cadenas como tal, de tal manera que si la situación hace obligatorio el uso de cadenas su utilización no está permitida en sustitución de las cadenas convencionales.

También existen cadenas para motocicletas, no obstante, la recomendación es evitar el uso de este tipo de vehículos en situaciones extremas y sobre firmes resbaladizo.

Almacenaje

Guardar y conservar correctamente las cadenas de nieve es importante para mantener su durabilidad y efectividad. Aquí hay algunos pasos para almacenarlas adecuadamente:

  • Limpieza: Antes de guardarlas, asegúrate de limpiar las cadenas de nieve. Retira cualquier residuo de barro, suciedad o residuos de sal para evitar la corrosión.
  • Secado: Asegúrate de que las cadenas estén completamente secas antes de guardarlas. La humedad puede causar corrosión y deteriorar el material.
  • Envoltura o contenedor: Algunas personas optan por guardar las cadenas en bolsas específicas. Estas ayudan a mantenerlas juntas y evitar que se enreden. Si no tienes una bolsa especial, una caja o recipiente limpio también puede ser útil.
  • Almacenamiento: Guarda las cadenas en un lugar seco y fresco, preferiblemente en un área donde no estén expuestas a cambios extremos de temperatura. Evita almacenarlas directamente sobre el suelo para prevenir la corrosión.
  • Revisión periódica: Es recomendable verificar las cadenas de vez en cuando durante el almacenamiento. Así aseguramos que no haya daños, corrosión o partes desgastadas que puedan comprometer su funcionamiento cuando las necesites.

En la carretera no te la juegues, protégete con tu seguro de coche y las cadenas para la nieve, que serán tus mejores aliadas en invierno.