Si hace poco os dábamos las claves para convertiros en los perfectos copilotos, en este post os damos las pistas para que averigüéis si, en realidad, sois malos copilotos.
- Un copiloto que no debiéramos tener al lado es aquel tipo que habla sin parar durante todo el trayecto, que corrige trayectorias de manera inesperada o que obstaculiza la visión del conductor.
- El copiloto incorrecto nunca hace críticas positivas, al contrario se queja constantemente de la forma de conducir del piloto, e incluso se atreve a corregirla aunque ni siquiera tenga el permiso de conducir.
- Un copiloto deficiente nunca ofrece ayuda. Es el primero en quedarse dormido ante un viaje que se espera largo y duro.
- El copiloto desacertado es un apasionado de las redes sociales que incluso invita al conductor a mirar sus notificaciones durante la marcha y que pone los pies en el salpicadero. Esta práctica además de no ser agradable para el conductor, puede causar graves lesiones en caso de colisión.
- Por último, al copiloto equivocado le gusta tocarlo todo. Manipula excesivamente dispositivos del salpicadero como el GPS, el aire acondicionado -que sube y baja sin parar- o la radio buscando el dial en el que suene su cantante preferido. Si bien es él el que debe manipular estos elementos para evitar la distracción del conductor.