Con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, ya conocemos que a partir del 1 de enero del próximo año el Impuesto sobre Primas al Seguro sufrirá un incremento del 6% al 8%, y que repercutirá sobre el 95% de las familias del país que tienen contratado algún tipo de póliza.
Como ya explicamos en este mismo blog hace algún tiempo, el Impuesto sobre Primas de Seguro (IPS) es un impuesto obligatorio establecido por el gobierno y característico del sector de los seguros, y se aplica a casi todos los ramos de nuestra actividad. Solo hay unos pocos que quedan exentos, entre ellos, los seguros sociales obligatorios y seguros colectivos con compromisos por pensiones, los de vida, caución, asistencia sanitaria y enfermedad, agrarios o de créditos a la exportación.
Esta subida impositiva del 6% al 8% contemplado en los Presupuestos Generales del Estado y que afectará a los seguros más populares, el de vivienda, el de vehículos y el de decesos, tendrá una repercusión directa en la economía de 17 millones de hogares, puesto que tendrán que hacer frente a una subida obligatoria del 2% en el precio de su seguro. Por tanto, y teniendo en cuenta este incremento, el gasto medio por familia podrá ser de 30 euros anuales más con respecto al precio de ese mismo producto en 2020.
La inmensa mayoría de las familias tienen contratado algún tipo de seguro, bien sea de Automóvil (79%), de Vivienda (74%) o de Decesos (45%), con lo que esta medida, según estimaciones del propio gobierno, podrá reportar a las arcas públicas más de 500 millones de euros.