Los gastos fijos y facturas se multiplican cuando se es más de dos, por lo que no queda más remedio que gestionar el dinero pensando en el ahorro. Con la ayuda de un presupuesto familiar sabrás en qué se te va el dinero y podrás tomar las riendas de la economía familiar.
Los gastos más habituales en una casa
Empecemos por mencionar los gastos más habituales de un hogar. Si estás libre de pagar alguno ellos, ya tienes un peso menos para elaborar más adelante tu presupuesto familiar.
Estos son los más habituales:
- El pago de la hipoteca: evidentemente tienes que elegir la mejor opción teniendo en cuenta que es prácticamente para toda la vida; en muchos casos, dura incluso más que el propio matrimonio o unión de hecho.
- Comida: es, sin duda, uno de los gastos más importantes del mes. Si tienes niños pequeños pronto comprobarás que no vienen con un pan debajo del brazo, sino que para que crezcan sanos y fuertes tendrás que dejarte unos cuantos euros mensuales .
- Luz, agua, gas, teléfono: apagar las luces cuando la habitación está vacía, cerrar el grifo del agua cuando nos cepillamos los dientes, ducharnos en lugar de bañarnos… son algunas de las costumbres que irás adoptando y que inculcarás a tus hijos para intentar ahorrar unos euros al mes.
- Seguro del coche: es un gasto obligatorio del que no podrás librarte si quieres circular con total seguridad. En cualquier caso, infórmate y compara lo que te ofrecen las diferentes compañías. Algunas aseguradoras como Lagun Aro ofrecen bonificaciones en la franquicia.
- Seguro médico: no es obligatorio pero cada vez son más las familias que deciden contratar uno privado para evitar las listas de espera de la sanidad pública, sobre todo cuando se tienen hijos pequeños. Se llevará también un buen pellizco de tu presupuesto mensual.
Aunque a primera vista te parezca inviable, la mejor manera de hacer frente a todos estos gastos es tomando las riendas de tu economía familiar. Y te preguntarás ¿cómo? No te preocupes, nosotros te ayudamos. Toma nota.
Conoce tu economía elaborando un presupuesto familiar
La mejor manera de controlar nuestras cuentas es elaborando un presupuesto familiar, empezando por conocer todos tus ingresos y gastos. No solo es la mejor forma de mantener al día tus gastos, sino que además, te ayudará a sacar el máximo partido a tu dinero.
Aunque requiera un pequeño esfuerzo inicial, hacer un presupuesto familiar tiene sus ventajas:
- Dirás adiós a la expresión “¡No sé en qué se me va el dinero!”. Te enterarás en qué gastas tu dinero realmente. La mayoría de veces son pequeños gastos que podrás detectar y reducir para que no crezcan tanto a final de mes.
- Establecerás prioridades en los gastos. Distinguirás entre los gastos superfluos, gastos ineludibles y aquellos que pueden ser considerados una inversión.
- Sabrás si puedes ahorrar mucho, poco o nada. Al ser consciente de lo que gastas puedes plantearte ahorrar. Con los datos en la mano, puedes elegir apartar una pequeña cantidad todos los meses.
- Podrás hacer previsiones de cara al futuro y marcarte objetivos a largo plazo.
- Tener un pequeño fondo de emergencia para gastos inesperados. En caso de emergencias, podrás disponer de él.
Ejemplo para empezar para elaborar tu propio presupuesto
Lo primero que debes hacer es tomar nota. Literalmente. Toma papel y lápiz (excel, app de notas o tableta digital en su caso) y una calculadora.
Es momento de elaborar dos listas, una de ingresos y otra de gastos. Parece básico, pero plasmar gastos e ingresos en dos columnas reduce la posibilidad de ignorar ciertos gastos y nos ayudará a tomar decisiones.
1. INGRESOS: Empieza por añadir los ingresos familiares en la primera columna como las nóminas, pensiones, ayudas o cualquier entrada de dinero. Te recomendamos que seas sincero y no ocultes ningún gasto. Ten en cuenta que si “maquillas” el presupuesto solo te estarás engañando a ti mismo y a tu familia.
2. GASTOS: Registra todos los gastos mensuales y diferéncialos por tipos de desembolso:
- Gastos obligatorios: Añade los gastos fijos de la familia que estás obligados a pagar, como hipoteca, alquiler, gastos de la comunidad o préstamos.
- Gastos necesarios: Nos referimos a los gastos que se pueden reducir, pero no eliminar; como los recibos del gas, electricidad, telefonía, etc., o compra de alimentos.
- Gastos prescindibles: Este tipo de gastos hacen referencia a los que sí podemos eliminar en caso de necesidad. Pueden ser ocasionales o habituales, como las comidas fuera de casa, la renovación del móvil, un viaje de escapada, la ropa de nueva colección, un libro nuevo, etc., que inflan el gasto familiar. En definitiva, aquellos caprichos que nos dan la vida pero que debemos preguntarnos sin podemos gastar menos.
4 consejos a tener en cuenta en tu presupuesto
Recuerda:
- El fin último del presupuesto es que los ingresos cubran todos los gastos de tu hogar. Si al principio no lo consigues, tendrás que repasar bien el presupuesto y tratar de reducir los gastos. Comienza por aquellos que son ocasionales. Aunque no lo creas, seguro que puedes rascar algo.
- Incluye el ahorro como un gasto fijo más. Aunque no lo creas, resulta muy beneficioso. Primero porque, sin darte cuenta, irás creando un colchón que te servirá de gran ayuda tanto para emergencias como para objetivos concretos: estudios, formación, vehículo, reformas en casa, etc.
- Ponte objetivos: Destina una cantidad fija todos los meses al ahorro. Puedes dedicar un 10% de tus ingresos o la cantidad que te venga bien. Las aseguradoras también ofrecen planes de ahorro que pueden ayudarte a ahorrar poco a poco. El plan Ahorro Exclusiva ’15 es la modalidad más sencilla y cómoda para ahorrar de Lagun Aro. Piensa que si destinas 50€ todos los meses, al final de año habrás ahorrado 600€.
- Comprométete y lleva al día el presupuesto. El control de vuestra economía familiar os aportará tranquilidad.
La página web finanzasparatodos.es ofrece numerosas fichas y artículos que te ayudarán a gestionar tu economía personal. Si te has decidido a hacerlo, este paso a paso para elaborar tu presupuesto familiar te será de gran utilidad.
