En algunos hogares, cuando la temperatura exterior es baja y tenemos la calefacción dentro de nuestra casa, hay paredes y cristales de las ventanas que suelen empañarse por problemas de condensación de humedad.
Para prevenir este problema, debemos asegurarnos de que tanto las paredes como las ventana están aisladas y las habitaciones bien ventiladas. En los casos más graves, puedes incluso colocar un extractor de aire para mejorar la ventilación en invierno sin necesidad de abrir las ventanas.
Es importante mantener una temperatura constante y evitar los cambios bruscos. En las habitaciones donde más condensación se produzca puedes incluso colocar un deshumidificador o una bandeja con cristales absorbentes de humedad.
De forma habitual, toma precauciones como cocinar con las ollas tapadas y el extractor conectado si se produce vapor de agua; aislar bien la ducha o mantener las puertas de la cocina y del baño cerradas.