Ambos son términos que utilizamos habitualmente y con un significado similar. Sin embargo, hay diferencias entre Tasa e Impuesto. No es lo mismo pagar un impuesto que una tasa. Lo que sí es igual en ambos casos es que las personas somos las beneficiarias finales.

La principal diferencia entre Tasa e Impuestos tiene que ver con la contrapartida que recibes al pagarla, que puede ser directa o indirecta.

En el caso de una tasa, la contraprestación es directa, pagas por un servicio concreto. Por ejemplo, pagas una tasa por el suministro de electricidad de tu domicilio o pagas una tasa por la formalización de una matrícula en la universidad. Por lo tanto, tú eres la persona que recibe directamente el servicio y quien, en teoría, lo haces de manera voluntaria.

Mientras que cuando pagas un impuesto no lo haces por un servicio o prestación determinada. No hay una relación directa. Por ejemplo, cuando pagamos impuestos como el IVA o el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) contribuimos a distintos fines, no a una contraprestación directa. Cada impuesto es es una aportación a hacienda para que después se revierta en otros servicios o bienes públicos que podemos disfrutar todos. Además, es un impuesto que debemos pagar de manera obligatoria.

Definición de la RAE

Por si tienes curiosidad, esta es la definición que da la RAE a ambos términos:

  • tasa: f. Tributo que se impone al disfrute de ciertos servicios o al ejercicio de ciertas actividades.
  • impuesto: m. Tributo que se exige en función de la capacidad económica de los obligados a su pago.